Incidencia de la Covid 19 en el ingreso económico de las familias cisneñas: marzo-julio 2020

El Cisne, es una de las trece parroquias del cantón Loja, que colinda al norte con la parroquia Gualel, al sur con las parroquias de San Pedro de la Bendita y Zambi, al este con las parroquias de Catamayo y Chuquiribamba, al oeste con Guayquichuma y Salatí que pertenece a la provincia de El Oro.

Según el Censo del 2010, tenemos que cuenta con ocho barrios, tiene una extensión de 106.31 km2 a 72 kilómetros de la ciudad de Loja, y cuenta con una altura de 2.390 m.s.n.m (Municipio de Loja, 2019).

Su economía se basa en servicios de turismo, donde se destaca las ventas de comidas, dulces, recuerdos, velas, además: las peluquerías, servicio de hospedaje, la alquilación de servicios higiénicos, actividades que se desarrolla todo el tiempo, pero tienen mayor intensidad cuando se efectúan las peregrinaciones, destacándose las cuatro principales que son: la feria de septiembre, que coincide con la feria de Loja, hacen la caminata desde El Cisne hasta la ciudad de Loja; Las festividades del Mes de María, dado en el mes de mayo con religiosos nacionales y del norte de Perú; La feria de agosto, es la más grande fiesta de mayor duración, del 8 al 15 de este mes se comienza culturales característicos de la parroquia; las festividades de noviembre, efectuado a inicios del mes con el retorno de la Virgen de Loja a su lugar de origen.

Estos eventos, ayudan a que los ingresos incrementen, una venta promedio da un intervalo de 50 dólares a 100 dólares y para las personas que se dedican a servicios de hotelería, reliquias o restaurante, tienen una utilidad de más de 500 dólares. Hay que destacar que el tema de agricultura y ganadería, no es generadora de economía monetaria, dado que se produce para el consumo propio y en pequeñas cantidades se ofrece en el mercado.

Pero a pesar de todo, la encuesta aplicada, da a conocer que la comunidad cisneña tiene un nivel socioeconómico del 80% bajo y 20% medio, concerniente a los barrios que están a los alrededores, los cuales no son participes constantes de las actividades parroquiales derivados de aspectos religiosos.

La Covid 19, es un acontecimiento que afectó mundialmente, con el decrecimiento de la economía, a medida que la tasa de mortalidad crecía.

La pandemia arribó a Ecuador en febrero del 2020, y con el fin de evitar que el número de contagios siga creciendo, el gobierno nacional decreto estado de excepción, que inicia con el confinamiento obligatorio para todos los ecuatorianos y ecuatorianas. Este hecho comienza el mes de marzo, donde la economía nacional se paralizó; las grandes, medianas y pequeñas empresas cierran sus puertas, al igual que las instituciones educativas, además de que el traslado solo se efectuaba con salvoconductos y por número de placa.

En la provincia de Loja, el ingreso económico derivados de una demanda turística decreció un 20%, siendo las actividades relacionadas con el alojamiento y turismo con 50% que bajó.

Tras las disposiciones realizadas por las autoridades nacionales, cantonales y locales, el Santuario de El Cisne (templo) cierra las puertas al público, lo cual repercute en la economía local, debido a que el lugar es donde se encuentra la imagen de la Virgen de El Cisne, promotora de la peregrinación y visitas frecuentes en todo el año, además de la cancelación de las fiestas.

Las autoridades de la parroquia aplicaron las medidas de bioseguridad, donde se realizó el cierre de las vías con controles establecidos en cada entrada a la parroquia, chequeos médicos y proporción de información del virus, kits alimenticios de primera necesidad para grupos vulnerables (barrios alejados del centro de la parroquia), entre otros.

El cierre de las vías, trajo consigo la escasez de alimentos y medicamentos, debido a que la mayor parte de productos, como quesillo, yuca, naranja, plátanos, arroz, entre otros, provienen de la provincia de Loja y El Oro.

Los ingresos disminuyeron debido a la falta de turistas, provocando el cierre de los negocios, teniendo ventas menores a 50 dólares, esto gracias a la venta de productos agrícolas, con el fin de generar un poco de utilidad que cubra los gastos del hogar, es por ello que en la gráfica se observa como incrementa las actividades agrícolas y ganaderas.

Otra de las consecuencias que se produjo, son los problemas de salud, donde el sobrepeso, estrés, ansiedad, entre otros, aquejaban a la comunidad, por tal razón, comenzaron a dedicarse más a las labores del campo.

El tema educativo presentó problemas, ya que los estudiantes de los barrios aledaños salen a estudiar en el centro de la parroquia o también a los colegios de Catamayo y San Pedro de la Bendita. Sin poder salir, se acata la medida de virtualidad, pero no todos podían acceder a la misma por falta de servicios de conexión o herramientas tecnológicas, pero sin duda la convivencia entre padres e hijos mejoró.

La información obtenida nos muestra las repercusiones que tuvo la pandemia en tan solo unos meses, la gran población que se dedicaba a temas comerciales, tuvo que regresar al campo, para producir el sustento de sus hogares, e incluso para desestresarse, ya que los problemas de salud se incrementaban debido a la intensificación del sedentarismo.

También se menciona que, a pesar de los protocolos de bioseguridad y previsión de la Covid 19, se da paso a la apertura parcial de las vías para mantener la comunicación con las distintas ciudades, pero se ve interrumpido por el primer contagio a principios del mes de julio, que pone en semáforo rojo a la parroquia.

Es importante mencionar que el inicio de la pandemia, se llevó consigo un gran número de decesos, dejando una economía inestable, hospitales abarrotados, pueblos incomunicados, educación dispersa, salud deteriorada, entre otros. Pero se espera que con el apoyo y colaboración de todos, se pueda superar la crisis sanitaria por la Covid-19.